Reparación de las tablas del suelo.
Cuando la madera de un piso no está en buenas condiciones, no merece la pena gastar dinero y tiempo en acuchillarla, así que antes de decidirse a hacerlo exáminelo detenidamente y busque si hay alguna tabla con signos de infección de carcoma. Si está aún activa, trate los demás tablones y vigas con líquido anticarcoma. Incluso si está erradicada, sustituya las tablas que tengan varios agujeros. Si encuentra que la madera tiene signos de pudrición seca o húmeda cuando levante una tabla, trátela antes de seguir acuchillando.
Huecos entre las tablas.
Lo que haga con los huecos entre tablas depende de lo que le molesten. Muchos los ignoran sin más, pero hará un buen trabajo y estará mejor protegido contra las corrientes.
Juntar los tablones.
En un área grande, la solución más rapida y satisfactoria es ir levantando los tablones y ponerlos de nuevo ensamblados, lado con lado, cubriendo el hueco final con un tablón nuevo.
Rellenar con papel maché.
Si sólo son unos pequeños huecos, haga una pasta espesa de papel maché con papel de periódicos blanco y pasta de papel pintado, más un poco de tinte para madera al agua, para que quede de igual color que el suelo acuchillado. Rasque para quitar la suciedad y la cera entre tablones y presione la pasta en el hueco con una espátula. Métala bien por debajo del nivel al que llegará la lijadora y déjela al nivel con el piso. Pase la hoja por el hueco para alisarlo.
Los huecos grandes pueden rellenarse con un listón fino de madera bien encajado entre los tablones. Ponga un poco de adhesivo en el hueco y meta el listón con un martillo hasta que quede al nivel de la superficie. Aplane con un cepillo de carpintero.
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