El acuchillado produce muchísimo polvo, así que antes de empezar quite cortinas, muebles, lámparas y cuadros. Selle alrededor de la puerta con cinta adhesiva de carpintero, meta debajo periódicos doblados. Abra todas las ventanas, y cúbrase la boca con una mascarilla de gasa.
Barra el suelo para quitar el polvo y restos de detritus. Casi todos los entarimados viejos están curvados a lo ancho o cóncavos, así que antes de empezar a acuchillar nivele primero todo el suelo.
Meta papel grueso en el tambor y lije diagonalmente la habitación. Al terminar un recorrido, incline la máquina, retroceda y haga otro recorrido paralelo al primero, haciendo que cada pasada se superponga ligeramente a la anterior para que se note la unión de ambas.
Cuando haya cubierto el piso una vez, lije de nuevo de la misma forma, pero esta vez, lije en la diagonal opuesta. Barra el polvo del suelo después de completar cada recorrido. Una vez que el suelo esté plano y estén limpios los tablones, cambie a un papel de grado medio y lije en paralelo a las tablas. Superponga cada pasada como antes. Por último dé una última pasada con papel fino para quitar todos los arañazos visibles y dar un acabado liso.
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